lunes, 7 de septiembre de 2009

Y llegado el momento...


Y te pones a recordar esas mañanas que te tirabas en el parque pegando patadas a un balón, o subido a los columpios, o jugando en casa corriendo detrás suya, "pegándote"...

Y te pones a recordar esas broncas que tenías, esos no te hablo más en la vida que se solucionaban con un "me perdonas?".

Y te pones a recordar los malos momentos vividos, las buenas personas que deberían estar el sábado y no están, esos invitados que nunca deberían faltar en este día y que no van a estar, lamentablemente más de los que nos gustaría...

Y te pones a recordar esas noches que te encontrabas de fiesta y esos bailes que te marcabas.

Y te pones a recordar a aquellos idiotas que te hicieron daño, que te hicieron bajar la estima, hacerte perder la perspectiva.

Y te pones a recordar ese día en el que odiabas ese destino que te había tocado, esa oficina de Caixa Cataluña dónde no querías ir, y ese "quién sabe qué te espera?". Mira en lo que ha acabado.

Y te pones a recordar ese ramo de flores que llega y esa posibilidad de "quizás me lo haya enviado mi jefe".

Y te pones a pensar y piensas, que eres junto a mi madre, la mujer de mi vida, esa que siempre estuvo ahí desde que nací, esa que me defendió y me protegió de todo, esa que cree más que nadie en su hermano, esa que todavía tiene esa fé en él, esa que mira a su hermano a los ojos y solo ve amor.

Eres tú.

Por quien daría la vida, porque sí merece la pena, sangre de mi sangre, mi hermana.

El sabado es tu día. El sabado lloraré, te miraré orgulloso, dibujaré esa sonrisa en mi cara, esa que aparece cuando la satisfacción te invade, cuándo sabés qué algo ha culminado. Cuando todos los dolores, penas, llantos... se dejan a un lado.

Cuando toda tu vida cobra un sentido.

Cuando digas SÍ QUIERO, serás más libre que nunca.

Y una parte de mí se sentirá complacida. Mi hermana lo consiguió y su hermano lo vió. Esta vida ya merece la pena sólo por verte así.

Te quiero biz.