lunes, 25 de febrero de 2013

Deja Vu

Leí hace poco que la sensación de deja vu te indica que estás en el lugar correcto en el momento adecuado.

La mente es el instrumento más peligroso que existe. Puede darte todo o quitártelo sin explicación real ninguna. Altera la percepción de la vida y por lo tanto de nuestros sentimientos. Si bien puede ser engañada, por ejemplo escuchando canciones alegres en momentos tristes, más tarde o temprano, si estamos tristes, nuestra mente creará las condiciones perfectas para someterte a lo que uno realmente se crea.

Suele suceder que cuando uno está perdido busca carteles que indiquen las direcciones para saber a dónde dirigirse. Es por ello que hechos como levantarse con el pie izquierdo, tener que abrir un brick de leche, amanecer con un día sombrío o lluvioso son sometidos a una carga de significado creada por nuestro estado de ánimo. Damos objetividad a través de nuestra subjetividad y eso es peligroso.

Cuando uno está preocupado, deprimido o simplemente perdido espera encontrar una señal que le motive a seguir el camino correcto. De lo que no somos conscientes es que ciertas experiencias que nosotros tomamos como señales sólo son una parte más de la teoría del caos y que, como no podría suceder de otra manera, no nos conducen a ningún sitio. Y de ese modo seguimos perdidos.

¿Cómo cambiar la percepción? ¿Cómo encontrar el camino cuando uno está perdido?

La desconexión del enchufe de la mente muchos la llevamos a cabo por muy distintos métodos: borracheras con los amigos, viajar, conectar con la naturaleza, deporte, escuchar música, largos paseos, una tarde de mirada perdida del mar, una conversación con tu mejor amigo, la escritura...

Sólo puedo decir que estos métodos, en su gran mayoría, tienen una labor más de contención que de eliminación y, si algo nos enseñó 300, es que la contención por muy poderosa que sea no puede aguantar toda una vida.

Por ello, la mente, ególatra hasta decir basta, se piensa invencible.

Por ello, cada beso tuyo se valora más.