domingo, 1 de abril de 2012

Invierte Energía

Tú eres una empresa. Tú debes ser capaz de gestionarte y decidir hacia donde diriges y empleas tus recursos, entre ellos, tu tiempo y tu energía.

No soy capaz de explicar el cómo o el por qué, pero llega un momento en nuestras vidas en el que realizamos inversiones de energía. Dicho así parece que me he vuelto loco, pero espero que entiendas la siguiente explicación. 

El amor lo cambia todo. Nosotros, de forma voluntaria o no, llevamos a cabo un proceso en el que asociamos nuestra existencia y nuestro día a día al de otra persona. La forma en la que percibimos la realidad cambia y nuestra energía ya no nos pertenece de forma individual. Nuestro estado de ánimo pasa a estar dominado por otra persona. Nos roba la energía con una curiosa cualidad: si la relación estrecha lazos, la energía no sólo retorna sino que lo hace en una mayor cantidad e intensidad. Podemos poner como ejemplo de esto cómo ante una situación de desánimo, desilusión o preocupación, un abrazo o un beso provoca una subida de nuestro estado de ánimo. Nos "enchufa" a la vida.

Invertimos ilusión, tiempo o pensamientos en las personas. Esa inversión conlleva una salida de nuestra energía con la finalidad de un crecimiento de la misma, especialmente si tenemos la reciprocidad que esperamos. De no ser así la perdemos como el que pierde su dinero apostando a la ruleta y para volver a apostar pasan varias cosas:
  • Debemos generarla.
  • Cuánto más invertimos, más perdemos y por lo tanto más tardaremos en recuperarnos.
  • Los daños colaterales que se representan en tener la valentía para volver a invertir.
Disponemos de amor y energía para invertir. Al igual que nuestro dinero, podemos guardarlo en el colchón, lo cual significa evitar todo tipo de posibilidad para que aparezca en nuestra vida esa persona, o bien podemos buscar un aumento de nuestra felicidad (energía) volviendo a apostar.

Cada uno elige. El miedo interviene, la confianza también y eso provoca que la elección sea complicada.

"El que no arriesga no gana"
"El que mucho abarca poco aprieta"

Aquí no hay equilibrios. No hay grises. O apuestas o vete a casa.

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