lunes, 29 de abril de 2013

Sin Límites

No aprieto las teclas como eran apretadas hace años cuando La Constante empezó a convertirse en una especie de diario y de liberación. Quizás la escritura haya sido una de las causas que me han traído aquí. Porque ante la dificultad de soltar lágrimas dispongo de la facilidad de juntar letras que forman palabras, palabras que forman frases y frases que mandan un mensaje que, a veces, a algunos locos como yo les gusta lo suficiente como para gastar lo más valioso de sus vidas, su tiempo, en invertirlo en ver "qué habrá escrito Gerar...".

Nunca entendí bien por qué escribía y por qué lo mostraba pero a veces una fuerza incomprensible te lleva a hacer cosas desde lo más interno y, simplemente, se hacen. Puede que esa frase que cuelga de mi tablón de fotos (repleto de gente mítica) que dice "uno no elige las cosas en las que cree, ellas te eligen a ti" tenga algo que ver con esto.

Y sin embargo, aquí estamos, previo a tumbarme a una cama que me conoce bien, que sabe dónde están los miedos y deseos de Gerar, pero las circunstancias han cambiado. No sabía si sacarlo con una canción o simplemente poner una frase en facebook pero aquí me hallo con música de fondo y otra vez dándole a las teclas.

¿Qué hago hoy? Decirte que Gerar es muy bueno. Narcisista y con un ego como el tamaño de este planeta sí, pero Gerar es muy bueno. Pensaba que no, pero un día en lugar de escucharme a mí mismo distorsionando la realidad empecé a escuchar a los que tenía cerca y me sorprendí. Ellos confían en mí. Los que están cerquita, sí. Me escuchan, me hacen caso, son capaces de orientar su vida hacia lo que les digo y cuando uno se da cuenta de eso, es capaz de sentir poder.

Así que aquí esta mi mejor versión pulida, con lo mejor del pasado y lo mejor del presente. Con lecciones aprendidas pero sabiendo que cada momento es un nuevo momento, cada día un nuevo día y cada mañana que abro los ojos una nueva lección que aprender y al mismo tiempo el mejor lugar en el que aplicar todo lo que se sabe.

Ya no hay miedos, no hay rencores. Lo que pudo ser fue. Y ya está. No volverá. Ahora se disfruta de lo que se tiene y de lo se es. No se malgasta el tiempo atormentándose de lo que no se tiene o de lo que no se es. Ahora las cosas se hacen siempre, se pelea y no se rinde.

Si me lees, hoy no quiero enseñarte nada, ni inspirarte, hoy sólo quiero decirte que si estás aquí seguramente será porque eres un peldaño de la escalera que me ha llevado al cielo, una parte de la cuerda que sirve para trepar y no para ahorcar.

Hoy sino hay luna se disfrutara de las estrellas. Porque ahora se disfruta de las luces y no de las sombras. Porque ahora el miedo y los límites son sólo ilusiones. Porque hoy no tengo miedo a decir que no tengo miedo.

Porque ahora me miro y me respeto más que nunca. Porque ahora soy mi mejor amigo y, cuando eso ocurre, las posibilidades son infinitas.

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