martes, 25 de febrero de 2014

Contigo aprendí

Contigo aprendí...

Que las personas pueden utilizar a otras personas. Que los pájaros pueden estar viviendo bajo la protección de las ramas de un árbol pero no derramarán ni una lágrima cuando su tronco sea talado. Aprendí que el egoísmo no es pensar en uno mismo, es no agradecer lo que otros te dan. Que siempre existirán personas para los que eres un medio y no un fin. Que nunca serás la colina pero sí el trampolín para subir a otro techo.

Contigo aprendí...

Qué es el miedo. El miedo puede hacer que veas el día más bonito como el fin del mundo. Aprendí que uno tiene que tener cuidado con vivir en la penuria pues uno puede llegar a ser tan dependiente de ella que puede renunciar a la felicidad. Aprendí que uno puede ser dependiente de un "hola", "te quiero" o una última conexión. Aprendí que uno puede llegar a renunciar a sus sueños por miedo a alcanzarlos.

Contigo aprendí...

Que uno puede llamar "amor" a una persona tras haber compartido pasión, lujuria y deseo con otra persona la noche anterior. Que se puede mirar a los ojos de una persona sabiendo que la mientes. Que se puede ser conformista sólo por el hecho de no querer quedarse solo. Qué significa "un clavo saca otro clavo".

Contigo aprendí...

Que la amistad es como el hielo: si sobrepasa una temperatura se derrite. Que derretirla es bajar por el ascensor mientras que volver a enfriarla implica subir por las escaleras. Que cuando eres capaz de fundirte las miradas ya no son iguales porque tu mirada tiene algo mía y la mía algo tuyo. Que uno es esclavo cuando mira con antifaz el futuro.

Pero contigo aprendí...

Que sólo un tipo de personas pueden querer a otro tipo de personas.

Que esas personas no son tréboles de cuatro hojas ; no son la gema más preciosa.

Que esas personas son un grano de arena insignificante que se esconde en el desierto ; son  gotas de agua que forman parte del océano.

Que existen personas que pueden desaparecer de tu vida para convertirse en tus lágrimas y recordarte aquello que un día te susurraron al oído.

Gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario