domingo, 6 de octubre de 2013

824 días

¿Dónde estabas hace 2 años y 3 meses? ¿Eres capaz de recordarlo? ¿Te ha cambiado la vida? ¿Sigues persiguiendo sueños? ¿Alcanzaste las metas que te pusiste en aquellos momentos? Puede que no tengas las respuestas a todas las preguntas pero sí es seguro que no eres la misma persona que hace 824 días. O al menos eso espero.

Si algo critico a la sociedad actual, y en especial a los jóvenes, es la escasa capacidad de sufrimiento y sacrificio personal en la búsqueda y logro de sus objetivos.

La tecnología nos ha aportado tiempo. Tenemos medios de transporte que se desplazan más rápido a través de medios mejor habilitados. Podemos comunicarnos prácticamente de forma instantánea con cualquier persona de cualquier parte del mundo. Podemos informar a todo el mundo de dónde estamos, qué queremos o qué pensamos justo en el momento en el que está sucediendo.

Sin embargo, donde creemos que nos han aportado tiempo, nos equivocamos. Porque el tiempo es imperturbable y los segundos pasan a velocidad constante y precisa por lo que poder hacer Madrid - Alicante en 2 horas y media en AVE, en lugar de hacerlo en 4 horas en coche o en 8 en autobús, no te ahorra tiempo porque estás obligado a padecer el paso del mismo.

Aquí radica la clave. Cómo aprovechar el tiempo. Sacar partido a todo el tiempo que tenemos debería ser la máxima que toda persona debería plantearse. Aprovechar cada segundo que tenemos porque ya no vuelve.  ¿Realmente lo hacemos?

El cine y la televisión, no sé si de forma voluntaria o involuntaria, no ayudan a esto en nada. Cuando vemos una película o una serie sólo vemos fragmentos interesantes y relevantes de la vida de los personajes. No vemos cuando están solos, cuando se despiertan por la mañana y se quedan dando vueltas en la cama 5 minutitos más, cuando se van a dormir y tardan en dormirse porque una catarata de pensamientos recorre  su cabeza. O cuando están simplemente tomando un café o haciendo la labor monótona de su trabajo y pensando en qué o quién.

Por eso pensamos que es fácil. Y rápido. Recuperar a una persona que has perdido, superar la muerte de un ser querido, formarte para ser aquello que deseas, encontrar a esa persona especial... en definitiva, encontrar aquellos segundos que formarían parte de las escenas de tu película personal.

No somos conscientes que sin esos momentos "vacíos" no tendremos la posibilidad de obtener momentos que "llenar". Pues no es la escena lo que llena esos segundos sino un conjunto de sensaciones y sentimientos que dan forma y sentido a ese momento generados en el "vacío" y que toman forma en "la escena".

824 días... esos son los días que Rafael Nadal tardó en volver a ser número 1 del mundo. 824 días donde nadie vio su recuperación, sus miedos, sus temores, su desesperación, su ilusión, su sacrificio o su disciplina. Pero él fue capaz de poner a todos ellos en una autopista de camino a la cima. Y lo alcanzó.

¿Cuántos días estás dispuesto a soportar tú?

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