sábado, 12 de marzo de 2011

Merece la pena

Quizás esto sea lo que San Pedro o el que sea te pregunte cuando la vida se acaba y pasas vete tú a saber donde... ¿Ha merecido la pena?

Difícil de valorar. Sobre todo porque cuando lo hacemos buscamos un punto, un instante concreto, un objetivo alcanzado o un logro conseguido.

Centramos toda nuestra vida, toda entera, en haber conseguido algo. No digo que para todos sea así, sólo digo que sucede. Por eso en muchas ocasiones valoramos los esfuerzos en buenos o malos dependiendo del resultado que hayamos obtenido. Es decir, 20 tardes de estudio habrán valido la pena sólo si el examen ha sido aprobado. Sacrificarte por una persona, amarla y respetarla sólo vale la pena si la relación finaliza felizmente.

Se considera el fracaso último, como un fracaso colectivo de todas las acciones que previamente dieron lugar al mismo.

Vivir pendiente de un objetivo es esperar que entre 50 cartas, al elegir una, te salga el AS de corazones.

Sí, es muy bonito y sí es espectacular si sale. Pero si sale... ¿realmente es esfuerzo o suerte?

Yo hize el Camino de Santiago este verano. La llegada a la Plaza del Obradoiro es un momento genial, porque finaliza un trayecto, una etapa, pero si me dan a elegir no me quedo con ese momento. Me quedo con muchos de los que viví en el trayecto. Las cenas, los ronquidos, los descansos, los paisajes, los esfuerzos...

No dejes que tu vida dependa de algo. Vive y disfruta del trayecto, de cada momento. Al fin y al cabo de pronto sucede algo y FIN. Se acabó la historia. Cada momento vivido vale la pena. Cada esfuerzo, cada sonrisa, cada lágrima... Que no dependa de algo que merezca la pena, HAZ QUE MEREZCA LA PENA.

Te mentí, no creo que San Pedro o X te pregunte si mereció la pena o no, y si te lo pregunta una buena respuesta será:

SI, FUI FELIZ.

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