jueves, 9 de junio de 2011

¿Quién manda aquí?

Es clave fundamental  e imprescindible que para que un conjunto funcione de manera perfecta, todos y cada uno de los que forman parte del mismo actúen de forma coordinada. El problema se agranda cuando el grupo es cada vez mayor. En este caso los protagonistas ya no son individuos, sino grupos de individuos. Y en este caso las batallas ya no se dan únicamente entre los distintos protagonistas, sino también de forma interna dentro de cada uno de los conjuntos.

Yo considero 3 grupos de poder en este mundo: Empresas, Política y Periodismo.
Los 3 comparten algo en común: sirven a la población. Pero en la actualidad todos y cada uno de ellos parecen haberse olvidado de la causa de su nacimiento. Por mucho que quieran atemorizar a la gente sólo hay una única verdad: sin empleados no hay empresas, sin votantes no hay políticos, sin público no hay medios de comunicación. Y aunque pueda parecer lo contrario, otra verdad subyace dentro de esta afirmación: estas figuras no siempre han existido.

Surgieron y la sociedad las aceptó como tal. A partir de ahí, crecieron y fueron ganando importancia de manera progresiva hasta ser en la actualidad, bajo mi punto de vista, el eje sobre el que se asienta la sociedad tal y como la conocemos. Pero la memoria, aunque frágil, siempre esta presente en el pasado y éste es inamovible y sólo muestra una realidad cruda y a menudo con una única interpretación: YA HEMOS SOBREVIVIDO SIN ELLAS.

No obstante estos 3 elemenos son cruciales. Necesitamos de unas empresas que generen recursos para poder satisfacer las necesidades básicas de la población. Necesitamos de políticos que sean capaces de gestionar de manera ética estos recursos y que además aseguren la convivencia de la sociedad. Necesitamos de periodistas que sean capaces de informar acerca de lo que está sucediendo, porque cuanta mayor sea la información, mayor facilidad habrá de tomar decisiones correctas y también se les necesita para denunciar aquello que no se realiza tal y como se debe hacer.

No necesitamos empresas que controlen la política de un país. No necesitamos políticos que determinen qué información debe llegar a la gente y cual no. No necesitamos periodistas que determinen quién debe gobernar o cómo se deben gestionar las empresas.

Necesitamos que cada uno cumpla su papel, de forma honrada. No necesitamos un solo líder, necesitamos muchos líderes actuando coordinadamente. Necesitamos un gran equipo en el que cada uno haga lo que mejor sabe hacer. Y si alguno piensa que puede hacerlo mejor en otro ámbito, sólo tiene que cambiar de grupo. Pero los grupos no pueden integrarse en uno, porque sino la armonía se rompe y lo que es peor, uno puede llegar a despertarse un día por la mañana, mirarse en el espejo y no reconocer quien es.

La consecuencia de todo esto: mientras tu labor principal era la de ayudar y servir a los demás, ahora se ha transformado en un proceso de busqueda de uno mismo donde la única salida es buscar la supervivencia individual hasta que algún día puedas recordar quien fuiste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario